lunes, 2 de marzo de 2015

REBELION



REBELION
Estoy en el taller con el coche, no sé qué le pasa, pero hoy no ha arrancado.
Mientras espero, me acuerdo de la conversación que tuve con Andrea, una compañera de trabajo. Hará una semana estábamos en la cafetería del curro y yo me estaba quejando del coche, le contaba que llevaba días dándome problemas. Funcionaba bien, pero a veces fallaba, sin ningún motivo aparente.
Ella me dijo, tía, si lo llevas hecho un desastre, no le cabe más suciedad, cuanto hace que no lo has lavado, o mejor dicho, ¿lo has lavado alguna vez? Está lleno de trastos, parece que siempre estés de traslado por la cantidad de cosas que llevas en el maletero, ¿no te das cuenta que es una extensión tuya? El feng shui dice que la casa ha de estar limpia y recogida, el coche igual.
Si claro, ahora me vas a decir que el coche se está quejando, si es un montón de hierro, ¡no habla! Que me estas contando Andrea, ya estas con tus tonterías.
Haz una prueba, háblale y lávalo, veras que no te da más problemas.
Voy a hacer algo mejor, no lo he podido arrancar y no he podido hacer la visita, te reto a que vayamos y si le hablas y consigues ponerlo en marcha, lo lavaré.
Allá que nos vamos las dos, le doy las llaves a Andrea, entra en el coche y le da los buenos días. Le digo, Andrea no me puedo creer lo que haces, ella siguió a su rollo, le dio las gracias por su trabajo, gracias por facilitarme mi trabajo, gracias por las horas extras que te toca hacer…. y un montón de cosas más, yo estaba alucinada y al borde de un ataque de risa, pero se me corto todo el cachondeo, cuando lo arrancó al primer intento, delante de mis propios ojos, sin hacer nada más que hablarle.
Andrea sale triunfal del coche y me dice, ya sabes dónde has de ir ahora, riéndose me dice al lavadero.
La verdad es que no le hice caso y el coche ha seguido dándome problemas, hasta ahora que ya he tenido que venir al taller.
Otro compañero también me dijo, Desam. los coches se ponen en huelga cuando no los tratas bien, que no te extrañe que el tuyo se rebele por el mal trato al que lo sometes, esos arrancones y frenazos tan bruscos, no son buenos, date cuenta que siempre vas acelerada y al límite, a él lo llevas igual, cualquier día te deja tirada.
No sé porque ahora me estoy acordando de esto, pero bueno, ahora lo mirara el técnico y sabré que es lo que tiene.
Después de una larga espera, viene el mecánico y me dice que no tiene nada, que está todo bien, que cada vez que ha  intentado arrancarlo, lo ha hecho a la primera.
No doy crédito a sus palabras, insisto, pero el también, lo saca del taller y me lo entrega.

Me quedo pensando y mirando el coche
Está bien, tu ganas le digo, has ganado una mejora laboral después de tu supuesta huelga. Te voy a lavar ahora mismo, luego aseare tu interior, e intentare ser más amable contigo. Aunque por si las moscas, no me atrevo a parar el motor.
¿Me estaré volviendo loca? Ahora soy yo la que le hablo a ojitos ¡lo acabo de bautizar!
Voy a comprobar de primera mano si Andrea y Roberto tienen razón, el coche lo necesito para el trabajo y estoy segura que no me costara nada hablar con ojitos, podemos ser hasta amigos, de hecho nuestras jornadas laborales son las mismas.
Desam. Ferrández



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