FIESTA DE LA PRIMAVERA
La primavera ha entrado con fuerza, potente, temperamental.
Primero tres días lloviendo con intensidad; esta lluvia ha
servido para limpiar en profundidad, hacia mucha falta después de año y medio
sin ni una tormenta. Luego tres días de viento importante para seguir
limpiando, moviendo y esparciendo
semillitas por doquier, con el propósito de que cuajen en una tierra fértil,
húmeda, hambrienta; para florecer en una fiesta preciosa realizada el sábado 28
de Marzo, donde el tiempo nos regalo con un clima espectacular en el que el sol
fue el rey. La celebración la hicimos en una plaza muy bonita en la que había
un lago en el centro, esto genera buen feng sui, donde todos los elementos
estaban en equilibrio.
Yo fui participe del evento que resulto ser maravilloso.
Estuve con unos compañeros para ofrecer de forma gratuita reiki y técnica
metamórfica. Yo me centre solo en dar reiki, di desde las 10.30 hasta las 14.30
sin parar. A mitad mañana cuando la plaza ya estaba abarrotada de gente, no
daba crédito a lo que mis ojos veían, yo, al igual que todos mis acompañantes
ocupados y una cola de diez niños esperando a que acabara alguno para recibir
terapia. Es la primera vez que sucede algo así y eso que tenemos la sana
costumbre de varias veces al año ir a una plaza para ofrecer reiki.
Pequeños de entre cinco y doce años recibiendo terapia, pero
lo más gracioso fue que ellos mismos arrastraban a sus padres, para que se
acercaran donde estábamos nosotros para pedir a sus progenitores que querían
que les hiciéramos un masajito, estos luego de comprobar lo que hacíamos nos
confiaban a sus hijos sin apenas explicación; cuando recogían a los chavales más de una madre nos
comentaban lo quietos que se habían mantenido sus hijos, se reían y decían si
no lo veo no lo creo, ¡si no para ni un momento!.
Los niños fueron unos receptores ávidos, pasaban de recibir
reiki para luego ir a recibir metamórfica y viceversa, alguno hasta volvía a la
cola porque según el mismo dijo sentía cosas que le resultaban agradables, otro
comentó que se sentía a gustito. Un caso que me impacto mucho fue un chaval que
ya había recibido reiki y trajo a un amigo para que le diera, este no estaba
quieto, se movía buscando a los amigos para ver qué es lo que estaban haciendo,
al ver esto el amigo que lo había traído se pone delante del que estaba
recibiendo y mirándolo muy serio le dice “yo creo que lo que deberías hacer
es relajarte” ahí no podía contener mi
risa. Qué bonito todo. Otra curiosidad fue una peque que quería recibir y su
mama se quedo al lado para luego recibir ella, le dije que si quería podían
recibir las dos a la vez, la madre cogió a la chiquitina, la sentó en su brazo y yo seguí dándoles
reiki hasta que sentí movimiento, abrí los ojos
y me di cuenta de lo que sucedía, la niña se había bajado del brazo
separándose un poco para que su madre no la tocara ja ja, demasiada energía, al
rato cuando ya estaba acabando se volvió a acercar y para entonces ya le daba la
manita a su madre. Las dos nos reímos al ver la reacción de la pequeña.
Me siento privilegiada por poder tener estas experiencias
tan hermosas, donde el amor es el condimento base. Esta vez fueron los niños
los que me sorprendieron gratamente, con esa naturalidad con la que se
comportaban, manteniéndose quietos, mientras percibían la energía; ¿Qué
sentirían esos cuerpecitos? Seguramente era la primera vez que sentían esas
cosquillitas, pero a ninguno le desagrado.
Gracias universo por un regalo tan maravilloso. Mis
compañeros y yo acabamos felices, eufóricos, no parábamos de hablar, compartir,
fue todo mágico, inesperado, sencillo. Así son las cosas más hermosas,
sencillas e inesperadas.
Desam. Ferrández