domingo, 30 de noviembre de 2014

UNA MIRADA ROMANTICA



UNA MIRADA ROMANTICA

Cuando paso por delante de la casa abandonada del paseo marítimo, me despierta recuerdos románticos.
Evoca en mi, tiempos pasados y me pongo a soñar, en lo que pudo ser….
Ella se conserva altiva, como esperando que regrese la familia que vivió y creció en sus entrañas y que un día se alejo sin despedirse de ella, ya que, solo pensar que ya no volverían a estar aquí, les rompía el corazón.
En el porche, sigue viviendo una preciosa buganvilla, subsiste a duras penas, con el rocío y poco más, pero se aferra a una vida, llena de recuerdos, entre cantos y risas de niños felices, correteando despreocupados por el jardín, sin miedo a nada, porque se sienten protegidos en este maravilloso paraje.
El balcón, pintado de azul, luce una esquina desgastada, señal de las horas que la amada paso aquí, esperando a su caballero fiel.
Toda la casa está encalada y los detalles permanecen en azul. A través del polvo se vislumbran unas baldosas ricas en adornos, señal del poderío del cual disfruto este hogar.
Hogar de marinero, rico en calor y fe. Hogar que empezó silencioso, por las largas ausencias del marido y acabo sonoro por los retoños que nacieron en el.
En esas ausencias, la bella dama esperaba en el balcón, entretenida en su bordador y de tanto en tanto levantaba la mirada, para otear el mar, con mirada melancólica, pidiendo a ese mar, que le quitaba a su hombre durante tanto tiempo, que lo cuidara y tratara con cariño, para que regresara a casa, a su lado, en buen estado.
La leyenda dice: que el mar tiene tanto poder, que embriaga y embruja a los hombres que en el faenan, hasta volverlos locos, por eso las mujeres oran al dios del mar, Neptuno, para que sea benigno con sus maridos y regresen a casa, con buena pesca y mejor cabeza.
La imagino en el balcón, recibiendo los primeros rallos de la mañana, con su blusa blanca inmaculada, su melena negra y brillante como el azabache, contando las horas que faltan, para estar en compañía de su amado. Ese amado, que con sus manos humildes, extrae del mar, sus frutos más preciados.
El mar suele ser bondadoso, pero a veces se enfada y trata con rabia a los barcos que sobre él se deslizan, en esa ira los barcos parecen de papel, frágiles. No se sabe muy bien porque actúa así, porque de repente se crece y embravece, tratando con acritud a los marineros, ¿será porque ellos sin ningún miramiento saquean los pequeñines de la panza del mar?
El caso es que en ese momento, las mujeres se reúnen, para orar con más fuerza si cabe, todas se apoyan, sin ni siquiera hablar.
No hacen falta las palabras, ya que cualquiera de ellas puede ser la elegida. Cualquier marido puede ser la ofrenda que el mar se cobre, por aquietar su violencia, para luego tornar a la calma y hacer de espejo a esa luna presumida, que al igual que las damas, no puede apartar los ojos de este seductor mar.
Me despierto y me doy cuenta que sigo aquí, en el mismo lugar, mirando la misma casa y la misma reja, una reja pintada de blanco, demasiado rococó para mi gusto, invadida casi en su totalidad por la buganvilla, esta que por el influjo del mar, también se ha vuelto un poco loca y conquista todo lo que puede.

No sé que tiene esta casa, que cuando me acerco se me aceleran los latidos del corazón.
Me paro en su verja y puedo oír a los niños saltando alegres.
Puedo oír como la dama conversa con sus vecinas sin prisa, ya que su Adán esta en altamar, estará tiempo sin volver al hogar. A ella se le escapa una mirada al mar, de vez en cuando, aunque sabe que es pronto para que retorne a tierra.
Miro la fachada deteriorada por el paso de los años y los veo felices mientras encalan la fachada, entre risas y gritos, ya que los niños también participan. Para ellos es una fiesta, porque les han dado brochas para que encalen hasta donde lleguen sus escasas alturas.
Los adultos disfrutan del sol y del jolgorio que montan los pequeños, creyéndose grandes porque están ayudando en la pintura de la casa.
Cuando esta el hombre en tierra firme, es a él, al que se le escapa una mirada hacia el mar, una mirada bucólica hacia ese mar que ama tanto y en el cual es tan feliz.
Rememora instantes felices, sí que es verdad que el trabajo es duro, pero él es fuerte y está íntimamente ligado a ese mar, del cual no puede alejarse.
El olor del viento cuando está en ese charco salado, no hay otro olor que se le asemeje.
El rugir de las entrañas de ese mar que tanto anhela, que le apasiona, da igual como este, en calma o en bravura.
En altamar disfruta de tantas cosas…el amanecer rompiendo en el horizonte, bello, único.
El olor característico del salitre, ese olor se ha ido fijando en cubierta y lejos de hastiarlo, lo embelesa con sus vapores.
Cuando un grupo de delfines lo acompañan en su travesía, para y disfruta de la coreografía que estos mamíferos le regalan.
El canto de los pájaros le sirve de despertador, el vuelo con que estos comienzan el día, parece un juego, parece que estén jugando a pillarse unos a otros y entonces se acuerda de sus hijos, jugando siempre contentos.
En ese momento un pensamiento placentero le viene a la mente, su hermosa dama, de blanco inmaculado, siempre atenta y alegre, fresca y hermosa para él, esperando en calma a que su adonis regrese al hogar, para cubrirla con sus tiernos brazos y su cálida piel.
Las horas que viven separados, ocupan sus mentes con los quehaceres diarios y las tareas pertinentes.
Por las noches se escriben largas cartas con letras apasionadas, que expresan lo que siente y lo que desean cada uno, para luego, cuando la reciben, abrirlas con ansia de saber lo que abra soñado su pareja, al leerla, ríen y lloran a la vez, pero con un mar de por medio.
Esto les hace seguir con una relación viva e intensa, que a pesar de los espacios que permanecen separados, se aman como el primer día, con la misma pasión y devoción.
Con un amor más grande si cabe, que ha dado unos frutos preciosos, niños sanos y felices que colman de dicha a esta hermosa pareja.
Todo esto me despierta esta embrujadora casa, añoro pasear por sus pasillos, para revivir más lindas escenas, quizás algún día, consiga entrar en sus entresijos y descubrir la esencia de este hogar.

Desam. Ferrández


sábado, 22 de noviembre de 2014

LA MAGIA DE LA ILUSION



                   RECUPERAR LA MAGIA DE LA ILUSION
Cuando un leve roce en la piel desata un gran escalofrío en mi cuerpo, se desencadena una serie de alarmas, para las que no estaba preparada, me pillan desprevenida.
El amor se apodera de mí ser, sin ni siquiera preguntar ¿quieres? ¿Estás preparada?
Me dejo llevar por el impulso de mi corazón y bato palmas, la ilusión ilumina mi vida.
Bien!!! Hace tiempo que no siento esto.
Pero…..y empiezan los peros de una mente calculadora, ¿es lo acertado? Y valoro los pros y los contras.
Joooo hay mas contras!!!!
Desecho los pensamientos y me dejo llevar por la magia que se siente cuando hay una persona que se interesa por ti y por lo que haces, te anima e incita para que sigas con una vida feliz, QUE BONITO!!!!
Un hombro fuerte, con un oído tierno y palabras dulces, ¿se puede pedir más?
Pero…. y continúan los peros, cuando hay una distancia que no se salva ni con la mejor intención, vuelven a aparecer las dudas y vuelvo a hacer oídos sordos ante una mente juiciosa y posiblemente con razón, pero quiero vivir con ilusión, con esta magia que ha surgido sin yo buscarla.
Guauuuu vivir con intensidad cada emoción que exalta esa voz dulce, cuando me susurra al oído, palabras que hace tiempo que nadie me dice.
A veces pienso ¿de verdad esto es amor? O más bien subidón de ego por todo lo hermoso que me dedica este ángel.
Mi ego se adueña del trono ja ja ja y del resto del espacio.
Modesto ha bajado de escalón, ya que yo misma lo he destronado, porque entre el ego alto y mi autoestima por las nubes, ya floto y me elevo al más allá, sin necesidad de mucho, vivo de subidón en subidón y con casi una sonrisa permanente en mi rostro feliz.
Pero… y aquí vuelven los peros, ¿es esto lo que quiero? ¿De verdad me conformo o me gusta esta situación? donde lo físico queda tan lejano, que ni oteando el horizonte soy capaz de ver el menor atisbo del vuelo del ángel.
Y vuelvo a tirar bien lejos estos pensamientos, si está bien, si no está bien. Y me digo, si llevas tanto tiempo trabajando el no juicio al prójimo, porque no te relajas y dejas de juzgarte tan duramente, pues voy a hacer caso a este ultimo pensamiento y voy a dar rienda suelta a mi imaginación y hacer lo que me salga de mi varita y vivir el presente sin vistas al futuro, ese eterno desconocido, que por vivir pensando en el, a veces me pierdo el ahora.
Aunque, parezca que haya tomado el brebaje de la locura o la droga de la felicidad, haciendo que yo sola cante y ría, decido vivir el instante dejando que los sueños me lleven hasta donde quieran, incluso a bailar la danza del amor con el ángel ausente, pero tan próximo y presente que puedo sentir su aliento y su calor.
Decido también que el universo se encargue del desenlace que mas me convenga y vivir plenamente el ahora, pero permitiéndome soñar, cuando mi mente se sienta soñadora y volar hasta donde mi alma quiera jajjaja.

Desam. Ferrández


domingo, 16 de noviembre de 2014

LA LUZ



LA LUZ
Me siento bien cuando la luz se apodera y desbanca a la oscuridad.
Después de otra pequeña batalla en la cual el vencedor es el amor y el raciocinio, me digo a mi misma BIEN DESAM. BIEN.
A veces me dejo enganchar en luchas que sin ser propias me hacen tambalear y sentir que voy contra corriente.
Estas no me convienen, me hacen perder el equilibrio, perder la cama, que con tanto ahínco, trabajo en la meditación diaria, para llevarme a un mar de confusión, en el cual ni la mejor balanza es capaz de mostrarme como volver al equilibrio, sino mas bien el caos se apodera de los dos platos, desestabilizándolos continuamente de un lado a otro y yo con ellos, de arriba abajo sin poder ser imparcial ante el caos.
En un momento de lucidez salgo del ruido para ser observadora y conseguir ver el camino para la solución del conflicto, respiro profundamente, tomo ímpetu, para dar el primer paso con energía, estoy agotada, pero al conseguir ver el camino, me empodero y con energía renovada camino recta con la convicción de hacer lo que es necesario para mi estabilidad, ser coherente con mis propias convicciones es importante para mí.
Cuando vivo en los valores que he ido adquiriendo, donde creo que el amor, el buen hacer y el compartir son los que me hacen vivir plenamente, es entonces cuando soy coherente con mi sentir. Para eso necesito tranquilidad y no dejarme zarandear por corrientes toxicas y mi propio disco rayado, que este, a pocas alas que le dé, ya se engrandece y coge las riendas de mi pensamientos, anulando mis ilusiones con un monologo insulso y carente de sentido.
Pero bueno, conforme digo al comienzo de esta carta, la luz ha sido la ganadora y se ha restablecido la calma y alegría. Esta última se había alejado solo una semana, pero la he echado a faltar enormemente, acostumbrada a la risa fácil nada más abrir los ojos.
Bien, me hago la ola, no porque supiera solventar el caos con dignidad, sino mas bien porque la lección ha sido grande y he elegido el camino del amor y no, el del juicio.

Desam. Ferrández