jueves, 11 de septiembre de 2014

DEJANDO PASAR EL TEIMPO


 
DEJANDO PASAR EL TIEMPO



El dicho dice: La práctica hace maestros.
Pues si eso es cierto, yo tengo un máster en dejar pasar el tiempo, en mi trabajo hay días de cero faena, en los cuales me devano los sesos para invertir el tiempo y sacar faena de donde no hay, otros ratos simplemente dejo pasar el tiempo.
Ese tiempo que cuando no haces nada no pasa o mejor dicho, parece que no pasa, yo lo dejo pasar sin pensar, sabiendo que es lo mejor que puedo hacer, pero hoy….
Hoy no sé porque es diferente mi cuerpo, mi mente y mi corazón están manteniendo una lucha titánica, ya que todos tienen razón.
Mi mente se está enfadando, renegando por la falta de tarea durante tantas horas. Por mucho que lo intento no llego a comprender porque el universo me ha puesto en este sitio, porque esta prueba dura para una persona tan activa como yo, estar de brazos cruzados es casi un castigo, he pedido un cambio de trabajo al universo, pero parece que todavía no toca, más paciencia jajja.
Mi cuerpo grita Desam!!!! Para, no pienses, ya que nota que pierde el control, han empezado los dolores, me duele la tripa, empieza también a doler la espalda y el pulso ya esta acelerándose  ¿porque hoy es diferente? ¿Qué pasa?
Mi corazón dice Desam: todo está bien, mantén el control, la paz y la armonía que hace tiempo que consigo mantener, sin importar lo que me rodee, pero hoy…..
Hoy siento que, aunque mi cuerpo no se mueve, por dentro hay una especie de torbellino que invade mis vísceras y mis nervios, agitándose tanto que me tiemblan las manos.
Ahora soy consciente de mi pérdida de control, puedo utilizar las herramientas que tengo a mi alcance, pero estoy tan rabiosa que las desestimo todas, arrojándolas con fuerza y rabia.
Uf que día tan extraño, la aceptación, me abandona por momentos y siento mi desequilibrio.
Me pongo a escribir, para no tener que hacer nada para solventar esta situación, me dejo llevar por el sentir de este caos, las sienes empiezan a martillear. Cuanto poder tengo para bajar mi vibración, es doloroso ser consciente de estas cosas, en este momento se que sería capaz de hacerme devolver la comida que acabo de ingerir, pero creo que ya está bién y voy a invertir la situación, antes que pierda la energía que me caracteriza y me sea imposible  alcanzar de nuevo mi equilibrio.
Bien, manos a la obra, respiraciones, mantra (paz y amor) mudra y empiezo a volver a mi calma, los martilleos han sido reemplazados por un agradable masaje en la cabeza, esto ya es habitual, jajja es energía que me masajea la cabeza y es muy agradable, siento ayuda, genial, no la he pedido, pero el ángel que no me abandona me está echando un cable jejeje.
Siento como un puño clavado en mi omoplato izquierdo, este ejerce dolor y presión. Uyyy me hace que pensar, esto tiene toda la pinta de una agresión, vale sé cómo actuar, envuelvo el dolor con luz y amor, lo invito a abandonar mi cuerpo, quiero que salga por mi hombro, pero se va al codo, vale sigo, visualizo que sale por la mano, sacudo el brazo, que fuerte se me está durmiendo el brazo izquierdo, me lavo con agua fría. Creo que ya está.
Me siento, observo cómo están todos los síntomas, solo queda una molestia en el estomago, las vísceras se han aquietado, los nervios retoman su calma y continua con el masaje en la cabeza.
Gracias mi amor, le digo mientras le sonrío.
Retomado mi equilibrio y mi sonrisa, ja, ja, ja, esto es para meditar.
He de decir que lo he escrito mientras sucedía y que ha sido muy, muy intenso.
Gracias querido cuerpo, mente y corazón por desbocaros tan intensamente, porque así he sido capaz de darme cuenta y he podido poner los medios convenientes.
Gracias hermoso ángel por estar a mi lado incondicionalmente, actuando cuando crees conveniente.
Gracias precioso universo por mandarme las situaciones y herramientas para mi bienestar
Otro bache vadeado bien, otra vez me siento fuerte y he logrado alcanzar el control de mi cuerpo.

DESAM. FERRANDEZ


martes, 2 de septiembre de 2014

FOTOGRAMA



Gracias, gracias, gracias
Gracias querido universo, por que para poder desplazarme tengo, dos piernas sanas, una bici y un coche. Tengo la grandísima suerte de poder elegir el vehiculo que me apetece en cada momento.
Hoy he ido en bici y me encanta admirar el paisaje que trascurre a mi lado, como si fuera él, el que se mueve en vez de yo.
Me gustaría saber pintar, para plasmar en un lienzo en blanco, lo que dice este magnifico paisaje. No quiero una foto fría, quiero trasmitir en colores, ese precioso fotograma que entra por mi pupila y llega al cerebro, despertando sentidos y sentimientos dormidos hasta ahora.
Pero como no se pintar, lo voy a intentar con la palabra.
Primer fotograma:
Un huerto de alfalfa en plena floración, con su tono malva precioso, a continuación una alquería abandonada, pero integrada en el entorno, como si estuviera toda la vida allí y de fondo las montañas del desierto de las Palmas, el marco perfecto para esta instantánea.

Segundo fotograma:
Una villa grande, magnifica, opulenta, espectadora de todo lo que esta a sus pies y encima de ella unas nubes suaves, esponjosas, de varias texturas y colores, que con calma se dejan llevar por la poca brisa. Eternas observadoras sin tiempo, sin prisa que van disfrutando del todo y de nada, simplemente ahora era el momento de pillarlas, mañana a saber donde y como estarán, por eso es valioso el instante por que después ya hay otro diferente, por muy hermoso que sea el primero.

Tercer fotograma:
Huertos derrotados por el paso de los años, en los que los árboles todavía luchan por dar un poco de color al entorno marrón, una lucha ardua para hacer lo único que saben hacer y yo, al verlos me remonto al pasado, donde habían árboles frondosos, jóvenes, con ganas de vivir, por que una mano amorosa se ocupaba de ellos, desde donde estoy se divisaban filas interminables de naranjos saludables, sonriendo al sol, el mismo sol que hoy quema sus ramas desnudas, que se niegan a abandonar la tierra , quizás con el recuerdo de esas manos que tantas veces les acaricio las hojas y seguro, que contó algún secreto.
DESAM. FERRANDEZ