sábado, 14 de febrero de 2015

HABLANDO CON EL CORAZON



HABLAR CON EL CORAZON
Que bueno que pueda escuchar con el corazón, aunque para eso necesite apagar la mente, darle al off.
Agachar la mirada para concentrarme en lo que realmente me dicen, sin juicio, solo con atención plena y siendo objetiva.
Esto que estoy escuchando ¿para que me sirve? ¿En que puedo mejorar?
Cuando otra personita se sienta a mi lado y me dice que necesita hablar conmigo, lo menos que puedo hacer es escucharle.
Seguro que los dos salimos ganando, pero si dejo que mi mente saque conclusiones y me meto en la rueda que ella misma crea, estoy perdida. No es que juzgo al otro, es que me juzgo a mi y entro en el porque… y porque…
Pero si escucho sin sacar conclusiones antes de hora, dejando que se exponga todo el asunto sin interrupciones, al final soy capaz de cambiar o mejorar.
Claro esta, yo siempre pienso que mis amigos me quieren y me dicen las cosas no para criticar mi comportamiento, sino todo lo contrario, para que sin enfrentamientos podamos perfeccionar cualquier asunto en el que estemos compartiendo tiempo o trabajo.
Os doy las gracias, por la oportunidad de crecer a vuestro lado, sintiéndome valorada.
Doy las gracias a mi propio juicio, que sin más, deja de lado los pensamientos, para dar paso a la coherencia.
Los cuatro acuerdos toltecas, q yo los tengo colgados en la ventana para que no se me olviden, dicen:
No supongas
No te tomes nada personal
Haz siempre lo mejor
Honra tus palabras
Con estos consejos todo sale bien, ya que yo, solo veo un lado de las cosas y casi siempre nada que ver con la realidad, solo con mi parte de realidad, solo con ese lado.
Si me alejo y cambio la perspectiva, se amplía mi visión, que no la realidad.

Desam. Ferrández



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